Ahorro Energético

¿Cuál es la temperatura ideal de la nevera?

Mantén tu frigorífico eficiente y ahorra energía con estos consejos: temperatura ideal, mantenimiento y hábitos clave. Optimiza tu consumo en casa.


El frigorífico es uno de los electrodomésticos que más energía consume en el hogar, ya que está en funcionamiento constante. Por eso, mantenerlo a la temperatura adecuada no solo garantiza la conservación de los alimentos, sino que también optimiza el consumo energético, ayudando a reducir la factura de la luz. En este artículo, te explicamos cuál es la temperatura ideal para tu nevera, cómo mantenerla y qué prácticas implementar para maximizar su eficiencia. 

 

  1. Temperatura ideal para la nevera y congelador
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La temperatura recomendada para la nevera es de 3 a 5 grados Celsius. Mantenerla en este rango asegura que los alimentos se mantengan frescos y seguros sin que la nevera consuma más energía de la necesaria. Por debajo de los 3 grados, algunos productos pueden congelarse, lo que afecta su textura y calidad. Si la temperatura es mayor a los 5 grados, los alimentos perecederos, como lácteos y carnes, corren el riesgo de deteriorarse rápidamente. 

 

El congelador, por su parte, debe estar a -18 grados Celsius para garantizar que los alimentos se mantengan correctamente congelados y evitar que el aparato gaste más energía de la necesaria. A esta temperatura, el crecimiento de bacterias se detiene por completo y los productos congelados se conservan durante largos periodos. 

 

  1. Mantenimiento para una mayor eficiencia energética
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Para asegurar que tu nevera funcione de manera eficiente, es importante realizar un mantenimiento regular. Esto no solo prolongará la vida útil del electrodoméstico, sino que evitará picos de consumo energético. 

 

  1. Limpieza de las bobinas del condensador
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Las bobinas ubicadas en la parte trasera o inferior del frigorífico pueden acumular polvo con el tiempo, lo que dificulta la circulación de aire y obliga al motor a trabajar más para mantener la temperatura. Esto puede aumentar el consumo de energía hasta en un 25%. 

Consejo: Limpia las bobinas al menos dos veces al año. Desconecta el frigorífico, retira la rejilla protectora y usa una aspiradora o un cepillo para eliminar el polvo. 

 

  1. Verificación de las juntas de las puertas
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Las gomas que sellan las puertas del frigorífico y del congelador son fundamentales para evitar la pérdida de aire frío. Si están desgastadas o dañadas, el electrodoméstico necesitará usar más energía para mantener la temperatura. 

 

Consejo: Coloca una hoja de papel entre la puerta y la junta y ciérrala. Si el papel se desliza fácilmente, es probable que las juntas estén deterioradas y necesiten ser reemplazadas. 

 

  1. Evitar la acumulación de hielo
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Si tu congelador no es "no frost", es importante descongelarlo periódicamente. Una capa de hielo de más de 5 milímetros puede afectar la eficiencia del congelador. 

 

Consejo: Descongela el congelador una vez al año, o cuando notes que se acumula una capa de hielo considerable. Esto ayudará a mejorar el rendimiento del electrodoméstico y evitará el aumento en el consumo energético. 

 

  1. Organización interna para optimizar el rendimiento
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La forma en que distribuyes los alimentos en la nevera también influye en su eficiencia. Seguir algunas recomendaciones simples puede reducir el consumo energético y garantizar que los alimentos se mantengan en buen estado. 

 

  1. No sobrecargar la nevera
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Un frigorífico demasiado lleno dificulta la circulación del aire frío, lo que obliga al motor a trabajar más. Además, las zonas internas podrían no recibir suficiente refrigeración, lo que afectaría la conservación de los alimentos. 

 

Consejo: Deja espacio entre los alimentos para permitir que el aire frío circule libremente. 

 

  1. No abrir la puerta constantemente
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Cada vez que abres la puerta del frigorífico, el aire frío se escapa y entra aire caliente, lo que hace que el electrodoméstico necesite gastar más energía para recuperar la temperatura. 

 

Consejo: Planifica lo que necesitas antes de abrir la nevera y minimiza el tiempo que la puerta permanece abierta. 

 

  1. Tecnología eficiente: Un paso hacia el ahorro energético
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Si tu frigorífico tiene más de 10 años, es posible que esté consumiendo más energía de la necesaria. Los electrodomésticos modernos con certificación energética A++ o superior están diseñados para ser mucho más eficientes. Invertir en un modelo de bajo consumo puede ayudarte a reducir el gasto energético hasta en un 40%. 

 

Consejo: Al adquirir un frigorífico nuevo, busca modelos con etiquetas de eficiencia energética. Aunque la inversión inicial pueda ser más alta, el ahorro en la factura eléctrica a largo plazo compensará la compra. 

 

  1. Ahorro energético con pequeñas acciones
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Además del mantenimiento y la correcta organización de los alimentos, puedes adoptar pequeños hábitos para reducir el consumo energético de tu frigorífico: 

 

  • Ubicación adecuada: Coloca el frigorífico lejos de fuentes de calor, como hornos o ventanas donde reciba luz solar directa, ya que esto obliga al aparato a trabajar más para mantener la temperatura interna. 
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  • Almacenar alimentos en recipientes herméticos: Mantener los alimentos bien tapados evita que liberen humedad, lo que reduce el esfuerzo del frigorífico para mantener una temperatura estable. 
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  • Apagar la nevera vacía: Si tienes un segundo frigorífico que usas ocasionalmente, desconéctalo cuando no esté en uso. 
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En Acierta Eficiencia, ofrecemos soluciones para mejorar el consumo energético de tu hogar. Contáctanos y descubre cómo podemos hacer de tu hogar un espacio más eficiente y sostenible. 

 

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